Hace 30 años que acompañamos paso a paso los pases de los jugadores del interior a la Asociación Uruguaya de Fútbol, y siempre las historias terminan en "el sueño que no fue", porque chocan con un gran condicionamiento: su casi nula comprensión del idioma que siempre habló la AUF a la OFI: "Acá te tiran de el cuerpo, te agarran de la camiseta y no cobrás nada...", nos expresó en una oportunidad el ex tesorero de la Organización del Fútbol del Interior, el ya fallecido Coronel Aníbal Iglesias. Pasan los años y vemos que en este tema no hay un único asombro. Para peor se juntaron tres casos a la misma vez, de tres futbolistas a nivel internacional como lo son Matías Viña (hoy en Palmeiras de Brasil), Rodrigo Rivero (hoy en Libertad de Paraguay) y Nahitan Nández (en Cagliari de Italia). Pero sus clubes de origen: Ferrocarrilero de Empalme Olmos, Juventud de Colonia y Ituzaingó de Maldonado, respectivamente, ven quebrada su ilusión, y para colmo se escuchan muy pocos lamentos desde la sede de la OFI en Montevideo. Tal vez porque su "no" a la AUF de archivar para siempre esta historia forma parte de una cuestión trascendente. Nada menos que de una decisión de vida para los clubes dueños de la OFI.